Es habitual, en países con tres poderes de gobierno como el nuestro, escuchar referirse a los medios de comunicación como el "cuarto poder". De hecho, es muy probable que este sea el que mayor influencia genera en los demás. El poder de interpretación, manipulación y difusión de la información es, sin ninguna duda, una herramienta de gobierno, pero no una más. Es un instrumento único, que puede adoptar diferentes formas y hasta lograr ser imperceptible incluso para personas "ilustradas". Ningún gobierno poderoso osaría desvincularse del poder mediático, sería desprotegerse, aventurarse a un futuro incierto.
En este capítulo del ciclo Filosofía aquí y ahora, el filósofo José Pablo Feinman nos habla acerca de la paranoia creada por los medios de comunicación, como herramienta para justificar el accionar del poder político y de ella, puesta al servicio del país más poderoso del mundo.